Una boda llena de alegría, amigos y emoción celeste.
El día de Alba y Héctor fue puro disfrute desde el primer momento. Risas, abrazos, baile y una energía increíble que lo llenó todo.
Entre brindis, miradas cómplices y algún que otro cántico por el Celta de Vigo, celebraron su historia rodeados de las personas que más quieren.
Un recuerdo inolvidable, auténtico y lleno de esa chispa gallega que lo hace todo especial.